lunes, 16 de septiembre de 2013

Las heces de los osos panda podrían ayudar a producir biodiésel

La preocupación sigue creciendo en torno al uso de cultivos alimentarios para la producción de combustible, que puede llevar a un aumento de precios de los alimentos o a su escasez.

El uso de los tallos no comestibles de maíz y otros materiales vegetales sería preferible, pero requieren un procesamiento especial, mediante calor y alta presión, o bien con ácidos, para romper sus duras fibras de celulosa. Ambos métodos son costosos y tienen efectos negativos en el medio ambiente.

Sin embargo, los pandas gigantes Ya Ya y Le Le del zoo de Memphis pueden ofrecer una solución mejor. "Hemos descubierto microbios en las heces de panda que podrían ser una solución", explica Ashli ​​Brown, bioquímica de la Universidad del Estado de Mississippi, que encabeza la investigación.

Los investigadores buscan bacterias que puedan romper las fibras de lignocelulosa de los residuos de la planta. Los pandas digieren fácilmente una dieta de bambú y también tienen un tracto digestivo corto que requiere bacterias con enzimas inusualmente potentes.

"El tiempo que pasa entre la comida y la defecación es relativamente corto, por lo que sus microbios tienen que ser muy eficientes", señala Brown. "Y la eficiencia es clave cuando se trata de la producción de biocombustibles".

El equipo de Brown ha encontrado más de 40 microbios que viven en los intestinos de los pandas gigantes. Además de identificar las bacterias que descomponen la lignocelulosa en azúcares simples, los investigadores también encontraron bacterias que pueden transformar los azúcares en aceites y grasas, que podrían ser utilizadas para la producción de biodiésel.

Hay menos de 2.500 pandas gigantes en su hábitat natural y 200 están en cautiverio. En el futuro los investigadores analizarán las bacterias de los pandas rojos del zoo, que también comen bambú.